Con tan solo ocho años se subió por primera vez a un
escenario. Fue en el colegio, pero Fernando Cayo ya tenía claro a que se iba a
dedicar el resto de su vida. Este polifacético artista, (es actor, músico y
director) camina sobre las tablas con poderío. Ahora lo hace de la mano de
Maquiavelo, en teatro, y de Ernesto Ortega en la serie Amar es para siempre.
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Con
el contexto político que había en España hace dos años y el actual, ¿cree que
era el momento perfecto para estrenar Maquiavelo?
El momento perfecto es siempre porque
Maquiavelo al ser un analista de la historia lo que hizo es un análisis del
comportamiento del ser humano desde Roma hasta sus días, entonces consigue un
comportamiento esencial humano. Los seres humanos no hemos cambiado, seguimos
siendo los mismos. De hecho el espectáculo empieza así, diciendo que el
universo no ha cambiado tanto , todas las fuerzas, la energía… el ser humano
sigue siendo igual y de eso va un poco esta historia, de conseguir cosas que
sean viables.
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¿Qué
cree que diría Maquiavelo de la situación actual en España?
Básicamente aquí lo que hay es una
utilización del enemigo, una cosa que se ha hecho mucho en España. El político
crea enemigos para así ganarse más adeptos y, por otra parte, para distraer de
los auténticos problemas. Ahora mismo nos han hecho creer que el mayor y el mas
auténtico de los problemas que hay en España es la independencia de Cataluña y
eso no es así. El mayor problema que hay en España es el paro, la falta de
industrialización, la falta de competitividad de nuestros productos en el
extranjero , la emigración, la falta de política de inmigración, …hay un montón
de cosas antes que la independencia de Cataluña, pero se han empeñado en
generar esa situación de conflicto porque les convenía. Nos han convertido en
enemigos a unos y a otros. Maquiavelo decía que un político sabio debe saber
elegir un buen enemigo, y eso es lo que han hecho tanto unos como otros. El PP
ha fabricado el independentismo y éste a su vez se ha alimentado del PP y en
medio, estamos los ciudadanos viendo este “combate fabricado”. Todo esto sirve
para manipular, para que la gente en vez de pensar en las condiciones laborales
o los desahucios piense en sacar o no la bandera.
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¿Una
cortina de humo?
Más que una cortina de humo es una
manipulación en toda regla. Una autentica maniobra, pero a lo largo de la historia
se ha hecho. Si te fijas EEUU siempre está metido en una guerra. ¿Por qué?
Porque les conviene a los gobernantes de “baja vibración”. Estos necesitan
guerras porque enfervorizan a la gente y alimenta el patriotismo y, mientras se
deja de pensar en otra cosas.
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¿Qué
versión ofrece la propuesta teatral que representa usted?
Es muy moderna. Lo que ha hecho Juan
Carlos Rubio es un espectáculo redondo. Ha conseguido combinar una serie de
textos magníficos de Maquiavelo que son El arte de la guerra, su correspondencia
personal, las cartas a la república de Titio Libio, y la obra de teatro por la
que fue conocido y famoso, La Mandrágora. Juan Carlos con todos estos elementos
ha urdido una versión en la que no solo vemos a este personaje argumentando,
construyendo su pensamiento, grabando en un magnetófono para luego escribir El Príncipe. Se pone sus mejores galas, en este caso un traje a medida de los años
60 , porque quería atraer a Maquiavelo a una época más cercana y, desde luego, ha
acertado porque la estética es un estilo a lo Mad Men. Vemos a Maquiavelo
grabando en un magnetófono su pensamiento, nos tomaremos un café con él, nos
emocionaremos con su frustración…y todo esto lo
hace con mucho humor. Maquiavelo era inteligente y, como todos los seres
inteligentes, tenía mucho sentido del humor. El espectáculo funciona como un
cañón y la gente sale con ganas de ver mas y esto, a mi me fascina. Me fascina cuando
salgo a escena y veo el teatro lleno para escuchar las palabras de Maquiavelo.
Me hace recobrar mi confianza en los espectadores, en el público español ¡y en
todo! La gente no solo quiere ver telebasura , la gente quiere ver cosas que le
lleguen, que le hagan pensar.
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Es
su sexto monólogo. ¿Qué se aprende estando solo en el escenario?
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(C) Web Fernando Cayo |
Hacer bien cualquier cosa tiene su
complicación, pero el monólogo tiene sus particularidades. Por una parte,
tienes que llegar más preparado que a una obra normal porque estas solo tú
sosteniendo todo el entramado y para mí , algo fundamental, es que el
aburrimiento es el primer enemigo del teatro,
y cuando estás solo tienes que tenerlo muy claro, es una responsabilidad
añadida porque tienes que mantener el pulso, la energía bien arriba, el
contacto con los espectadores. Por otra parte, tienes una ventaja, y es que la
sensación de trance, de sumergirte en tu personaje es mayor. Para mí el monólogo te permite estar dentro de
las profundidades del ser humano. Es como sumergirte en tu propio universo
interno y se desarrolla una mayor concentración y sensibilidad.
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¿Qué
le falta al teatro español?
Básicamente apoyo por parte del Estado.
Creadores hay, talento hay, lo que no hay es facilidades, y no te hablo de
subvenciones, sino de que haya menos zancadillas, porque por ejemplo lo del 21%
de IVA dejo inhóspito todo el panorama del teatro independiente, que es el
teatro de este país. Lo que hace falta es una revolución cultural en este país.
Nosotros no hemos pasado por la
Revolución Industrial ni por la Revolución Francesa , hemos sufrido cuarenta
años de ostracismo franquista y estamos con un atraso de siglos con respecto a
nuestros compañeros. En Francia, sin ir más lejos, se crea el Centro Dramático
Nacional en 1648 y en España en 1978. Solo este dato me parece tremendo. La
gente tiene que darse cuenta de que una sociedad más culta es una sociedad más
civilizada, más respetuosa, más tolerante y menos corrupta. La cultura y la
educación son la base de un país que merezca la pena. Hace falta llevar el cine español a las
escuelas, que el teatro sea asignatura obligatoria, como en Francia e
Inglaterra, porque a través del teatro un niño crece, se hace mejor persona se
pone en la piel del otro, aprende de literatura…
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¿Cómo
es trabajar en una serie diaria como es Amar es para siempre?
Es una experiencia estupenda. Es una de las
grandes experiencias de mi carrera profesional, y al mismo tiempo es un
esfuerzo ingente y un reto que te obliga a estudiar todos los días. Hay dos maneras
de llevar este trabajo; una forma es aprenderte el texto e ir soltándolo, y la
otra es intentar crear un personaje y hacer vivir y palpitar lo que estás
diciendo. Esta opción es más costosa, lleva más trabajo, mas estudio, pero
merece la pena. Yo me lo estoy pasando genial. Amar es para siempre es como
entrar en el Ejército, pero es una experiencia inolvidable y en ningún otro
medio puedes desarrollar tu personaje como en Amar, una serie diaria de
calidad. Y con un elenco de actores espectacular. Se puede trabajar el
personaje a largo plazo y esto es lo más parecido a la vida que hay.
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¿Qué
tiene Ernesto Ortega de usted?
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(C) Web Fernando Cayo |
Muchísimas cosas. Una de las
conclusiones que he sacado a lo largo de mi carrera es que todos somos todo y
todo está en todos. Unos desarrollamos unas cosas más y otras menos, pero la
tendencias básicas del ser humano están en todos . Por supuesto yo no soy un
criminal, ni un atracador como es Ernesto Ortega, pero hay cosas que forman
parte de ese individuo que están en mí y además es que si quieres darle a tu
personaje credibilidad tienes que aportarle cosas que sean tuyas.
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¿Le
atormentan las audiencias?
Depende. En este caso no porque la
audiencia de Amar es muy estable, pero en otros casos me ha sorprendido, como
en Mar de Plástico, que fue un pelotazo, y en otras me ha decepcionado, como
con Punta Escarlata. Todo depende mucho de cómo se promocione. Hay series que
si quieren que funcionen, funcionan. Si lo colocas bien, al final funciona. Por
ejemplo en El Caso nos programaron de tal manera que nos pillaron varios partidos de fútbol importantes que
desbarataron bastante. Tuvimos una audiencia muy fiel, pero si programas una
serie al mismo tiempo que el fútbol es difícil de salvar. El Caso fue una serie
que se tiró por la borda porque alguien simplemente quería poner sus proyectos
y no pensó que podía ser más interesante aprovechar los que ya había. El Caso
se la ventilaron de mala manera, yo creo que movidos porque había, según
decían, una tratamiento del franquismo un poco…vamos que no era del gusto del
poder porque había una tratamiento crítico de aquella época. ¡Ya ves tú, a
estas alturas que alguien se moleste porque seamos críticos con el franquismo!
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Igual
hoy en día están obsoletas las formas de medir las audiencias…
¡Hombre! No puedes medir una televisión
del siglo XXI como si fuera el siglo XIX y teniendo en cuenta toda la forma de
visionado digital, las nuevas formas de ver la televisión… hay que ir a otros
territorios.
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Usted
también es músico. ¿Cuál diría que es la banda sonora de su vida?
Ahora mismo seria música atmosférica, música
relajante, para colocarte en un estado de relajación que te permite estudiar. Por
otro lado, la banda sonora de mi vida es una mezcla de rock, pop y la música que me aporta mi hija, que es el
K-pop, el pop coreano. Por otro lado, me gusta escuchar mucho cuando entreno la
música trance, que es muy rítmica… también me gusta mucho Bach para momentos en
los que voy conduciendo. Con mi chica me gusta escuchar música brasileña, bossa
nova…
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¿Qué
personaje literario le gustaría interpretar en el teatro?
Más que pensar en proyectos que quiero
hacer me muevo mas por dejarme sorprender. Los más potentes que he hecho han sido
personajes que nunca hubiera imaginado que iba a hacer.