El escritor Benjamín Prado sabe caminar
con maestría entre la poesía, el ensayo y la novela. El polifacético escritor
ha asegurado que su nueva novela, que sigue a Mala gente que camina, Operación gladio y Ajuste de cuentas, saldrá
a la venta el próximo 3 de mayo.
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¿Cometemos la idea de
pensar que la poesía solo está en los libros?
Depende de si hablamos del género o de la actitud. Es como si
preguntásemos: la humanidad, en el sentido de las emociones, está sólo en las
personas o también en los animales: yo sé que los animales tienen sentimientos,
pero también sé que es un perro, un gato o un tiburón y qué es una mujer o un
hombre. Y, desde luego, no está sólo en los libros de poemas: también en muchas
novelas, obras de teatro… En lo que se refiere a la actitud, la poesía está en
cualquier cosa que se haga para combatir la prosa de la vida, y eso lo puede
conseguir un escritor o un jugador de fútbol.
(C) Juan Pelegrín |
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Usted es novelista,
poeta y ensayista. ¿Qué le aporta cada disciplina?
Más que aportarla, la imponen, cada cosa a su modo. Escribir una novela
requiere una gran fuerza de voluntad, una cierta astucia estratégica y un grado
de capacidad arquitectónica para poderla armar, poner en pie y que no se caiga.
La poesía es un esfuerzo de otra clase, por razones de extensión, entre otras
cosas: no es lo mismo escribir una página o tres que cuatrocientas. En el
ensayo, las cosas son un poco más de fuera a dentro, tomas algo que ya existe o
de lo que se tienen indicios y debates sobre ello. En mi caso particular, una
función que cumple cada uno de esos dos géneros es librarme de los otros dos,
durante un tiempo.
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¿Qué le parece la
forma que tienen Marwan o Rayden de acercar la poesía a través de la música? Lo
que ahora llaman "la nueva poesía"…
Ellos, que son gente estupenda, entre otros muchos. Me parece fantástico.
Gracias a toda la gente que respeta la poesía y trata de escribirla desde
muchos lugares diferentes, se ha puesto de moda. Hay cosas mejores y peores,
pero todas son útiles; después, el tiempo, que no solo es implacable sino
también infalible -los genios ocultos son un fenómeno decimonónico-, pondrá a
cada uno en su lugar, pero ahora, es más fácil pasar de un mal poema a Lorca
que de nada a Lorca.
"En España la cultura se trata como algo prescindible, cuando no molesto"
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Usted ha trabajado
mucho con uno de los grandes músicos y poetas de este país, Joaquín
Sabina. Últimamente sacaron el libro conjunto 'Incluso la verdad.
La historia secreta de Lo niego todo. ¿Recuerda alguna anécdota
divertida mientras lo escribían?
Lo que le cuesta a él escribir en prosa.
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¿Cómo se trata a la cultura en España?
Como algo prescindible, cuando no molesto; como un adorno para darse
importancia en algunas fotografías, un simple entretenimiento, algo que se
puede robar impunemente sin que nadie haga nada por evitarlo. Aquí no tenemos
petróleo y el único que tenemos es de dos clases: el turismo y la cultura. Y a
ninguno de los dos se les cuida. En España, en ese terreno, de cada diez
personas siete son el asesino de la gallina de los huevos de oro.
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Además de escritor es
compositor. ¿En qué se diferencia una canción de un poema?
Compositor, no, ese es el que escribe música, y yo ahí no llego más que a
acompañarme para ver si algo que he escrito se parece a una canción. Tienen
códigos distintos, apuntan a lugares diferentes, unas necesitan la rima y
otros, no. Unos no necesitan estribillos y las otras sí. Unas se tienen que
poder corear y a los otros no les hace falta. No son hermanos gemelos, pero sí
primos carnales.
(C) Twitter Benjamín Prado |
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Anunció en junio que
pronto saldría al mercado una nueva novela de las andanzas de Juan Urbano. ¿Hay
ya fecha de publicación? ¿Puede dar algún detalle de lo que encontraremos en la
novela?
Saldrá el 3 de mayo. Cuando inicié la serie, dije que cada una jugaría con
un género. Mala gente que camina es una novela histórica; Operación
Gladio, de espías; Ajuste de cuentas, es una novela negra. Ésta
es una historia de piratas de ayer y de hoy, suponiendo que no sean los mismos
con otros barcos.
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¿Cuáles son sus
referentes literarios?
Cientos. Leo, leo y vuelvo a leer, aprendo mucho de muchos. No sé si tengo
referentes, pero sí héroes. En poesía, Neruda, Lorca, Ajmátova, Alberti,
Pizarnik, Auden… En prosa, desde Cervantes hasta John Cheever, Cortázar, Marsé,
Laforet, Matute..Es absurdo decir esos nombres, mañana diría otros y también
diría la verdad. Necesitaría siete entrevistas para responder a eso, y me
quedaría corto.
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¿A qué aspira uno
cuando escribe?
A todo, absolutamente a todo, a parecerse a esos héroes de los que hablaba.
A que lo necesiten como yo los necesito a ellos. A estar dentro de sus libros
de familia, aunque sea apuntados con tinta invisible, como tantas y tantos
maestros lo están en el mío.
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¿Cuál es la mayor
lección que aprendió de su mentor, Rafael Alberti? ¿Y la mayor lección que le
ha dado la vida?
“Niño, tú tómate siempre muy en serio tu obra y muy en broma a ti mismo.”
“Niño, no seas nunca sectario, te perderías la mitad de cada cosa y no
aprenderías nada de quienes piensan de una forma distinta a la tuya.”
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Usted dice en su
poema Hablemos, parlem que "hay sitio para
todos en España". ¿Qué opina del nacionalismo? Se podría haber evitado la
situación con Cataluña precisamente, hablando?
Para mí, el nacionalismo es una astilla de Edad Media clavada en el pie del
siglo XXI. Antes que de nadie, yo sospecho del abanderado. Y por supuesto,
hablando se entiende la gente, y en consecuencia, los que no se hablan es que
no se quieren comprender. Yo los envolvía a todos de regalo con sus banderas y
los mandaba a Marte.
- ¿A favor o en contra del himno de España de Marta
Sánchez?
A favor de que Marta Sánchez haga lo que
le parezca. También de que se hubiera esforzado un poco más con la letra. Lo
que me pareció lamentable fue la carrera de patriotas que se montó a su
alrededor. No son más cínicos porque no se entrenan.
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