sábado, 24 de marzo de 2018

Entrevista a Roberto Santiago: "Obligar a leer es un error"

 Roberto Santiago es el artífice de la colección de Los Futbolísimos, todo un fenómeno editorial que se ha convertido en una de las colecciones de literatura infantil más vendidas de los últimos tiempos. Con Ana se lanzó de lleno a por el público más adulto, consiguiendo muy buenas críticas el pasado año. Ahora acaba de publicar el último título de Los Forasteros del tiempo, que llevará a los lectores hasta el Chicago de Al Capone en 1931.


-       Acaba de presentar la última entrega de Los Forasteros del tiempo. ¿Qué van a encontrar los lectores en esta nueva entrega?

Forasteros del tiempo 5, la aventura de los Balbuena y el pequeño gánster nos lleva al 17 de octubre de 1931, el día que metieron en la cárcel a Al Capone,  y  justo ese día llegan los Balbuena a Chicago  y se ven envueltos en una trama de contrabando , con gánsters, la policía, el FBI…y ellos mismos terminarán de alguna manera convirtiéndose en gánsters, y como pasa siempre con los forasteros del tiempo, hay mucha aventura, mucho humor y también notas históricas. Es como leer pequeños libros de historia en mitad de estas aventuras.

-       De forma que además de divertirte puedas aprender…

Efectivamente. Yo siempre creo que cuando escribes literatura infantil y juvenil tienes, digamos un compromiso y una serie de valores que transmitir, y  además yo siempre he sido un apasionado de la historia y lo que hago es que a través de cada una de las novelas de Los forasteros del tiempo, siempre de una forma muy divertida , intentó dar pequeños datos históricos para que los lectores vayan conociendo datos como era el ambiente, como era la época del Imperio Romano o Chicago en 1931…la vida cotidiana en estas distintas épocas.

 ¿Qué diferencias encuentra entre el público más joven y el adulto? ¿Quizá el más joven es más amable?

Fíjate que yo tengo la impresión de que es casi al revés. Yo sobre todo escribo novelas infantiles,  y mi teoría es que el público infantil es el más exigente que hay por una razón: porque son muy directos, es decir, o les gusta o no les gusta. No hay punto medio. Los adultos tenemos más capacidad de aguante, pero los pequeños no. O les gusta,  y entonces se enganchan y quieren leer más, o no les gusta nada.
En la cantidad de encuentros que hago en colegios y bibliotecas es lo que me encuentro, que son más directos que nosotros y a mí eso me encanta porque ponen el listón muy alto. Da igual que el libro este bien escrito…yo he tenido la suerte de que mis novelas de Los Futbolísimos y Forasteros en el tiempo les gusten, y eso me hace muy feliz porque veo que es como una cosa como muy emocional.


"La clave para que un niño se enganche a la lectura es que lea algo que le guste"

-       ¿Recuerda que le gustaba a usted leer cuando era pequeño?

A mí me gustaba leer muchísimo. Yo tuve la suerte de que en mi casa se leía mucho. Yo siempre digo que no habría escrito Los Futbolísimos si yo de pequeño no hubiera leído Los Cinco de Enid Blyton. Esa colección yo la he leído y releído una y mil veces. Me encanta leer de todo y el libro que posiblemente me marcó más de pequeño, que me daba mucho miedo y a la vez me atraía mucho, era   La isla del tesoro. Lo leí tantas veces…

-       ¿Cuál es el primer recuerdo que tiene de su niñez?

¡Ostras que pregunta tan difícil! Mi primer recuerdo…fíjate, no lo había pensado mucho, pero lo has dicho y te digo lo primero que me viene a la cabeza: yo iba desde bien pequeño al campo, a una finca que tenían mis abuelos en Toledo y el primer recuerdo que me ha venido  es verme, como con cinco años, corriendo con mi hermana y con mis abuelos por aquella finca bajo el sol…y esto es curioso porque a medida que te lo estoy contando yo me doy cuenta de que este paisaje para mí es un referente a la hora de escribir porque lo utilizo mucho sin mencionar exactamente el sitio. Lo uso mucho en mis novelas a la hora de pensar como es un sitio. Es un lugar importante para mí, donde yo pase mis primeros veranos, donde hice mi primera pandilla…

-       ¿Dónde cree que reside el éxito de Los Futbolísimos?

Pues no tengo ni idea (se ríe). Creo que lo único que se puede hacer es escribir sobre lo que te gusta, sobre lo que crees. Escribir cosas que a ti, personalmente, te gusten. En este caso, la mezcla de fútbol y misterio no se había hecho nunca hasta  ahora. Yo creo que lo más importante es que conecta con ellos y los niños se sienten muy identificados, creo que es lo que hace que funcionen tan bien los libros. Fíjate, un niño en uno de estos encuentros me dijo una cosa que para mí fue la clave. La profesora cuando me presento dijo…bueno, aquí viene Roberto Santiago que os va a hablar de Los Futbolísimos,  estas novelas que son tan divertidas, y un niño levanto la mano y dijo: no, es que no son divertidas, es que cuenta lo que ocurre de verdad. Es que nuestra vida es así. (Se ríe) Yo no lo había pensado nunca.

-       ¿Crees que en los colegios se debería fomentar más el hábito de la lectura en vez de obligar a leer a los niños más pequeños los clásicos,  que en muchas ocasiones, ni siquiera entienden?

Creo que la clave para que un niño se enganche a la lectura es que lea algo que le guste. Obligar a leer siempre es un error. Siempre. Yo creo que hay niños que desde muy pequeños se enganchan a leer a los clásicos, como yo que leía a Stevenson, y hay otros que pueden llegar a través de otro tipo de libros, pero la clave siempre es que lean un libro que a ellos les guste, les enganche…A mí me dicen muchos padres y profesores sobre los niños, fíjate, es que no leía nada, no había manera, y de repente con Los Futbolísimos es él el que me pide ¡otro libro, otro libro! Y a mí es lo que más me puede emocionar. La clave es esa, y luego ya llegaran otro tipo de lecturas.



"La escritura es un acto que exige una autodisciplina tremenda y que te lleva a estar horas, días, semanas, meses, totalmente encerrado contigo mismo"


-       ¿Tras el éxito de Ana volverá a escribir una novela para adultos?

De hecho, ya lo estoy haciendo. No te voy a contar nada todavía porque soy muy supersticioso (se ríe), pero si te puedo adelantar que es un thriller y que tiene elementos de intriga y de misterio, pero todavía está en una fase muy incipiente,  todavía me queda bastante. Para mí Ana ha sido una experiencia buenísima.

(C) Roberto Santiago

-       He escuchado que hay proyectos para llevar a Ana al cine o a la pequeña pantalla…

Sí, estamos trabajando en ello, lo que pasa que tampoco se ha avanzado mucho. A mí me habría gustado que se avanzara mas, pero en este caso no depende de mí. Depende de las televisiones, entonces, lo único que te puedo decir es que sí, que  estoy trabajando con una productora y que estamos más en la línea de una serie. Al principio se había pensado en hacer una película, pero yo creo que Ana es más para una serie. Son casi 900 páginas y de manera natural todo nos ha llevado a que la propuesta sea una serie.

-       Ya que también es guionista y director de cine y teatro, ¿se atrevería a dirigirla usted?

Bueno en el caso de Ana desde luego que sí. Todas mis novelas son muy personales, pero en Ana cuento muchas cosas que he vivido y he visto con mis propios ojos y sí, me atrevería y me atrevo. Es esa la línea en la que estamos trabajando. La estoy escribiendo yo junto con otra guionista, pero el director seré yo, aunque en una serie de televisión, cuando hay varios capítulos, lo normal es que haya varios directores.

-       ¿Qué es más difícil escribir o dirigir?

Yo he tenido la suerte de poder hacer las dos cosas. Tienen en común lo más importante, que es contar una historia, y yo creo que la principal diferencia es que la escritura es un acto muy solitario en el que estás tú solo contigo mismo y dirigir es todo lo contrario. Es una actividad muy creativa pero muy social. Estás rodeado del equipo todo el día. Yo personalmente creo que lo más saludable para mi mente es poder combinar las dos cosas, porque es verdad que la escritura es un acto que exige una autodisciplina tremenda y que te lleva a estar horas, días, semanas, meses, totalmente encerrado contigo mismo, y cuando salgo a dirigir algo y estoy todo el día en contacto con la gente, la verdad es que me da mucha adrenalina y mucha vitalidad.

(C) Nines Minguez
-       ¿Qué opinión le merece el secuestro de Fariña?

No me parece que sea algo que nos ayude mucho en estos tiempos a ser mejor como sociedad, pero soy muy respetuoso, no es que no me quiera mojar, pero creo que siempre que hay una instrucción judicial me parece que hay que ser respetuoso y que el sistema se cambia desde dentro, es decir, que yo creo en la revolución desde dentro. No estoy de acuerdo, por supuesto, pero creo que es desde dentro desde donde hay que luchar contra eso.

-       Entre el secuestro de Fariña o lo ha sucedido con Valtonyc, ¿cree que en España cada vez hay menos libertad de expresión?

Quizá esto que voy a decir no es lo más popular del mundo, pero no creo que cada vez haya menos libertad de expresión, creo que si hay ciertos sectores sociales y políticos que nos empujan hacia ello, pero creo que la enorme mayoría de la sociedad estamos por seguir avanzando. La libertad de expresión es uno de los valores fundamentales que hemos alcanzado en las últimas décadas y creo que es imposible que se produzca un retroceso porque somos muchos los que estamos dispuestos a luchar como sea para que eso no ocurra. Que hay casos concretos, por supuesto que los hay, pero no creo que eso nos lleve a una involución en la libertad de expresión.

-       ¿Qué opinión le merece el artículo que salió hace unas semanas en El País en el que algunos escritores denunciaban que no tienen derecho a pensión por cobrar derechos de autor?

Es un tema que lleva bastante tiempo ya en debate. Se ha llevado al Congreso, sin éxito todavía, y me parece un autentico disparate. Conozco casos de gente que por cobrar derechos de autor de las novelas que han escrito a lo largo de muchos años, ahora con 75 años no tienen derecho a cobrar una pensión como el resto de las personas que han trabajado a lo largo de toda su vida. Me parece un disparate y un atentado contra los creadores más indefensos, los mayores. Y desgraciadamente no es una prioridad para los políticos, que tienen otras que les hacen ganar más votos y se les llena la boca. Ahora parece que si no hablas de Cataluña no vas a ganar votos, ¿no? Pero hay temas más importantes.

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