lunes, 4 de agosto de 2014

Entrevista a Paul Pen

Decía el escritor y filósofo Voltaire que la escritura es la pintura de la voz y no se equivocaba. Sin embargo, no todos los escritores que sueñan con serlo lo consiguen. A veces, sus obras se pasean por los pasillos de las editoriales esperando una oportunidad y a veces, surge el milagro y aparecen autores como Paul Pen.
Con su primera novela, 'El Aviso', alcanzó, en pocas semanas, el top 2 en ventas de ficción negra y con 'El brillo de las luciérnagas' ha vuelto a conquistar al lector y ha revolucionado el panorama literario actual. Y esto es solo el principio...



Dicen que a todos los autores se les despierta la pasión por escribir cuando leen a uno de los grandes y piensan " yo quiero ser escritor". ¿Te sucedió a ti? ¿Cuál fue?

Sí, a mí me ocurrió justo eso. Fue siendo aún muy pequeño y leyendo a Roald Dahl. Creo que fue exactamente con ‘Las brujas’, aunque pudo haber sido también con ‘Charlie y la fábrica de chocolate’. 

Cómo fue tu entrada y la evolución a lo largo de los años en el mundo literario.

Entré como entramos la mayoría: después de mucho intentar. Terminado el manuscrito de mi primera novela, ‘El aviso’, me dediqué a enviarlo durante un año a todas las editoriales de las que conseguí la dirección. Ninguna quiso publicarla. Opté entonces por buscar un agente, lo que me llevó casi otro año. Una vez que mi agente actual decidió representarme, la cosa se aceleró mucho. La editorial RBA publicó aquella primera novela algunos meses después. 

Da vértigo publicar la primera novela? No a todos los autores les va bien...

Vértigo, ninguno. Vaya bien o vaya mal, el deseo de ver tu manuscrito publicado es tan grande que sólo eso ya supone un éxito personal enorme. Si luego recibe buenas críticas y consigue grandes cifras de venta, mucho mejor, pero el primer gran éxito de todo escritor es conseguir publicar. 

¿Cuál es la mejor cualidad de un escritor?

Aparte del talento del escribir, que supongo que damos por sentado, diría que la disciplina. Escribir una novela requiere de un compromiso enorme, y ni el mejor talento puede suplir la falta de trabajo. 

Has comentado que te considerarás escritor el día que veas una edición de bolsillo de tu novela vendiéndose en los aeropuertos…

En efecto. Y, por suerte, acaba de ocurrir. DeBols!llo acaba de publicar ‘El brillo de las luciérnagas’ en ese formato. 

'El brillo de las luciérnagas' tiene como protagonista a un niño, pero no es la primera vez que escribes sobre ellos. ¿Por qué una novela desde la mirada de un niño?

Me gusta la inmediata identificación que se produce entre el lector y la mirada inocente de cualquier niño. Además, en el caso de ‘El brillo de las luciérnagas’, narrarlo en una primera persona infantil era el mejor recurso con el que contaba para dosificar la información y aumentar el suspense. Las mentes adultas de los lectores sacan conclusiones mucho más terribles de las que cuenta el niño protagonista, y eso genera una sensación de desasosiego que me interesaba explotar. 

Dices en 'El brillo de las luciérnagas' que "no existe criatura más fascinante que aquella que es capaz de crear luz por sí misma". En tu novela se mezcla esta luz del protagonista con la oscuridad de un sótano y algunos personajes. ¿Algo habitual en el ser humano?

Como especie, los humanos somos capaces de crear cosas hermosas, pero también de destruirlas, o crear otras aún peores. Y ese patrón se repite a nivel personal en cada uno de nosotros. La novela es una lucha constante entre la luz y la oscuridad y, como ocurre en la vida real, ni siquiera queda claro cuál ha ganado al final. 

En tus dos novelas nos inmiscuyes en un thriller psicológico. ¿Qué tiene este género para ti que no tienen otros?

Me gusta la sensación de suspense, algo que logra enganchar inmediatamente al lector y obligarle a seguir leyendo. Aunque de la etiqueta ‘thriller psicológico’ creo que es la palabra ‘psicológico’ la que, a la hora de la verdad, más define lo que escribo. 

Qué consejos le darías a un escritor novel. ¿Es difícil encontrar un agente?
Colocar un manuscrito es tan difícil como posible. Es algo así como enviar el currículum a empresas que no ofertan vacantes. 

Es inevitable preguntarte por tus nuevos proyectos. ¿Ya tienes algo entre manos?
Estoy escribiendo algunos relatos, unos guiones, y la tercera novela. Así que sí, algo tengo. 

Un libro, una canción y una película favorita 

Me resulta muy difícil elegir favoritos a toda una vida. ¡Ya son 34 años de buenos libros, buen cine y buena música!

@rdellector

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