Ser feliz al 100% es posible. Así lo cree Carlos Coronil,
creador de Pequeños Placeres, una marca que cree que la felicidad no solo es
posible, sino que está en todas partes y al alcance de cualquiera. La idea
comenzó en una red social, después le siguió un bar en el barrio madrileño de
Malasaña y ahora su autor acaba de publicar un libro y abrir una tienda de regalos online.
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¿Cómo
nace la idea de Pequeños Placeres?
Pequeños Placeres nace hace casi 10 años
de una mala racha. Una tarde en la que, a pesar de mi optimismo y buen humor
habitual, no conseguía sentirme bien, y para animarme hice una lista de todas
las cosas que me hacían feliz a lo largo del día con la intención de
relativizar lo mal que pudiera estar, ya que en realidad, seguía teniendo en mi
vida decenas de cosas de las que podía disfrutar.
Compartí esa lista entre mis amigos en
redes sociales con la intención de que ellos también me dijeran cuáles eran sus
momentos de felicidad. Sin ninguna intención y de forma espontánea a ellos les
pareció una buena idea y compartieron con sus amigos esa misma lista en la que
todos íbamos sumando más pequeños placeres. Esa lista que inicialmente fue en ‘Tuenti’
llegó a tener más de 200.000 seguidores, y partiendo de ahí fueron surgiendo
cosas tan bonitas como que conocí a mi pareja de entre todos esos seguidores,
monté un negocio, un bar en el centro de Madrid llamado ‘Pequeños Placeres’ que
funcionó muy bien, pero que decidimos cerrar para dedicarnos al 100% en el
proyecto que nos ilusionaba de verdad: la tienda de regalos de los placeres,
donde se encuentra también este libro.
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Su
lema es que la vida está llena de pequeños placeres, ¿cuál es el pequeño placer
que le hace feliz?
Todos y cada uno de los pequeños
placeres de los que podemos disfrutar a cada instante son importantes. Salir de
casa y que el ascensor esté en tu planta, ver sonreír a mis padres, tomar un
postre rico, descubrir una canción que te encanta, que te acaricien con cariño,
ver atardecer aunque sea conduciendo de vuelta del trabajo… ¡¡son todos
maravillosos!! Siempre que encuentro cualquier momento de satisfacción cierro
los ojos un segundo y doy las gracias porque considero que todos esos pequeños
momentos son la salsa de la vida.
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¿Qué
es para usted la felicidad? En un mundo en el que la vida nos arrolla, ¿es
posible encontrarla al 100%?
Siempre que me preguntan esto me gusta
responder que la felicidad es acostarte y dormir de un tirón. No se trata de
haber hecho más o menos cosas, ni de lograr o alcanzar muchos objetivos, sino
de disfrutar de todo lo que ya te rodea, de ser honesto, de ser educado y
agradable, ni más ni menos que como te gustaría que todo el mundo te tratase a
ti, y entonces, al llegar el momento de dormir hacerlo con una sonrisa de oreja
a oreja porque simplemente te sientes bien.
Claro que es posible encontrar la
felicidad. El problema es que hemos convertido este concepto en algo que “se
busca”, ese es el mayor error. La felicidad ya está en tu vida, está en todas
partes, está donde tú estés. De nosotros depende observar la vida con mal humor
dejándonos llevar por la rutina y el estrés de nuestros trabajos o despertar
cada día con una cara amable saboreando desde el olor a café y tostadas por la
mañana hasta el momento de irte a la cama y acurrucarte con tu edredón.
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Como
dice en su libro, ¿la felicidad está en todas partes?
Por supuesto, sea cual que sea la circunstancia
que rodee a cada uno de nosotros en este momento, estoy absolutamente
convencido de que nos rodean decenas y decenas de pequeños placeres que debemos
exprimir y dejar de percibirlos como algo que hacemos rutinario para
saborearlos en plenitud. Una duchita caliente, echarte a tu sofá, comer algo
rico, llegar a la parada y que justo pase tu bus, pintar con tu boli favorito,
recibir un WhatsApp de alguien que no te esperaba, ver un mensaje en Facebook
que te ha molado… son momentos que pueden pasar sin pena ni gloria o hacernos
sonreír y cambiar nuestra actitud para que siempre sea más positiva.
Estoy convencido de que las personas que
perciben todo lo que les rodean como una búsqueda constante de oportunidades
para disfrutar de la vida, son personas invencibles, en el sentido en el que
sea cual sea la circunstancia de cada momento, buena o mala, ellos siempre lo
relativizarán siendo conscientes de que cualquier imprevisto no es tan grave si
seguimos teniendo multitud de cosas de las que disfrutar.
Por ello, animo a las personas que lo
están pasando mal a que superen cualquier mala racha pensando en todo aquello
que les puede hacer feliz creando su propia lista. Y también, a todos aquellos
que consideran que “les va bien”, que sepan que es el momento de ir a más, de
soñar, y de ir a por todos a por sus objetivos en la vida sin complejos. Todo
aquel que tenga claro qué quiere y disfruta del camino hasta llegar a su meta,
sin duda, llegará.
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Ha
publicado un libro basado en esta idea, ¿cómo surge la idea de plasmar en un
libro esta filosofía de vida?
En 2012 creamos mi socia y yo la marca
‘Pequeños Placeres’ con la intención de hacer llegar nuestras ganas de vivir y
de disfrutar de la vida sin ni siquiera tener claro a qué nos íbamos a dedicar,
ya que nuestros estudios eran de periodismo y magisterio de educación especial.
En plena crisis, y con el poquísimo presupuesto que teníamos le dimos vueltas a
la cabeza y llegamos a la conclusión de que la hostelería era perfecto para
inculcar un negocio que tuviera estudiado al milímetro cada pequeño detalle.
GRACIAS a todas las personas que nos visitaron nos fue muy bien e incluso se
nos quedó corto. Por ello, tres años después, decidimos cerrarlo para no
limitar ese mismo entusiasmo de cuidar al extremo los detalles en 90 metros
cuadrados, y nos lanzamos a probar en el mundo online; regalos originales a
partir de placeres que todos tenemos a través de la web www.pequeñosplaceres.com
Y por supuesto, de entre todos esos regalos
no podía faltar la lectura: “ver sonreír a alguien mientras lee”. El libro es
el medio perfecto para exportar nuestra filosofía de los Pequeños Placeres.
Movimos nuestros textos por todas las editoriales de España, y la editorialPlaneta nos propuso comenzar esta aventura en el mundo de los libros con un
pequeño formato a todo color, barato y alegre… ¡¡no nos pudimos negar!! Estamos
muy muy contentos con el resultado.
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¿Está
obteniendo un buen feed-back de los
lectores?
Buenísimo. Aún no tenemos datos reales
de cómo están yendo las ventas ya que eso depende de la editorial, pero la
respuesta a través de redes ha sido espectacular. Más incluso de lo que
esperábamos para ser un pequeño formato. Nos han escrito personas diciendo que
les hemos alegrado y que incluso se han inspirado para estar mejor en sus
vidas, y eso… es todo un orgullo y un privilegio.
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Primero
abrió un bar de Pequeños Placeres, después publicó un libro y ahora una tienda
online. ¿Qué nos puede contar sobre este nuevo proyecto?
La idea era no encerrarnos de nuevo a
cuatro paredes y abrirnos al mundo online donde no existen los límites. Y por
supuesto, continuar con la energía positiva que tuvimos en el bar y la
filosofía de los Placeres. Por ello, decidimos abrir la tienda de regalos
originales a partir de placeres que todos tenemos cada día.
Nuestra intención es hacer evolucionar
el sector de los regalos con mensaje. Ha sido maravilloso ver como en los
últimos años se ha dejado de regalar corbatas o estuches feos a regalar a tus
familiares y amigos cosas con un mensaje que les alegre. Y nosotros queremos
dar un paso más en este sentido: regalos con mensaje, con la misma alegría,
pero con una utilidad más práctica y huyendo del mensaje vacío de contenido que
todos ya conocemos. Regalando Pequeños Placeres estás dando a tus amigos un
mensaje de optimismo y una filosofía de vida para practicar las 24 horas.
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¿En
qué cree que le ha ayudado su formación como Periodista?
La formación periodística te abre la
mente a investigar, ser curioso y no conformarte con nada. Más allá de todas
las herramientas útiles que me han facilitado poder negociar o desarrollar
muchos temas en los negocios, me quedo con un consejo que me dio un jefe
trabajando en la Cadena SER al segundo día de estar allí: “el no ya lo tienes,
busca el SÍ; nunca, nunca, nunca te quedes con las dudas de haberlo intentado”.
Esta frase me ha ayudado muchísimo a resolver problemas personales,
profesionales y todo tipo.
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¿Qué
pretende con Pequeños Placeres? ¿A quién busca llegar?
Aunque aparentemente Pequeños Placeres
sea una página web de regalos originales, nuestra intención va mucho más allá.
Buscamos llegar a todo el mundo que lo desee, hombres y mujeres que necesiten
un empujoncito para disfrutar más de la vida. Pretendemos predicar la filosofía
de los pequeños placeres dando ejemplo, desde abajo del todo… para crear poco a
poco una vida menos hostil, más amable, más optimista, más simpática…
Muchos piensan que es imposible hacer
que todos seamos “mejores personas”, pero no se trata de eso, se trata de
hacernos sentir bien, de llegar a la noche y dormir a gusto. Si logramos que
mucha gente se acueste con esa sensación, haremos que las decisiones
individuales de cada uno de nosotros el día de mañana sean mejores para todos.
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¿Qué
ha aprendido a lo largo de los años de Pequeños Placeres?
Desde que creamos la marca Pequeños
Placeres nos hemos volcado en los proyectos que hemos tenido, y hemos intentado
transmitir una alegría que no todo el mundo está dispuesta a recibir. Hay que
reconocer que no todo en la vida es felicidad, por ello, siempre cuento que de
tener negocios tanto la mejor como la peor experiencia ha sido exactamente la
misma: el trato con personas. Es increíble comprobar cada día como te levantas
de buen humor queriendo comerte el mundo y dependiendo de las personas que te
vayas cruzando por tu camino ese ánimo va creciendo más aún o apagándose.
Por ello, con lo que me quedo después de
todo es con una lección: practicar la empatía. Ni nadie nace sabiendo, ni
existen personas malas por naturaleza. Todo el mundo merece una oportunidad y
merece ser comprendido. Con esas personas que no te tratan bien, aunque soy
consciente de que no es sencillo llevarlo a cabo, es a quien más respeto,
educación y sonrisa hay que dedicarles, ya que simplemente ese gesto, también
pueden hacer que ellos vean ese día de otra forma.