María Oruña es una de las escritoras de novela de
misterio del miomento. Esta Licenciada en Derecho y Técnico Superior en RRHH,
Comercio Internacional y de Comercio Electrónico y Marketing, comenzó su
andadura en el mundo de la literatura en 2013 con un libro de corte jurídico, La mano del arquero, e inmediatamente
después, aprovechando un cambio laboral, comienza a escribir Puerto escondido, todo un éxito de
ventas que ha sido traducido ya a varios idiomas, seguido de Un lugar a donde ir, con el que ha
obtenido, de nuevo, una gran acogida por parte del público y la crítica.
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¿Cómo
una abogada decide dedicarse a la novela negra?
No
fue una decisión absolutamente consciente ni premeditada. Primero escribí un
libro de corte jurídico y después Puerto
Escondido por puro placer de escribir
y aprovechando un cambio laboral. Ni siquiera premedité el género: sólo contaba
una historia a mi manera.
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¿Qué
tiene Valentina Redondo de María Oruña?
Quizás
la determinación, el sentido práctico de vivir con cierto orden. Pero poco más,
creo.
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¿Sigue
ejerciendo como abogada?
Sí,
aunque ya llevo pocos asuntos. Materia laboral y empresarial.
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En
su primera novela aludía a historias que le contaba su abuela, en la segunda,
en las historias sobre Altamira que le contaba su abuelo, ¿en qué historias
basará la tercera?
No
pienso desvelar nada, porque la tercera novela ya está prácticamente escrita!
![]() |
(C) Planeta |
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Se
siente a gusto en la novela negra pero, ¿la veremos inmiscuirse en otros
géneros?
Posiblemente.
En realidad, yo no soy una escritora de pura novela negra, sino de un tipo de
historia difícil de etiquetar: en parte thriller, en parte misterio, ciencia,
intimismo, reflexión.
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¿Por
qué cree que engancha tanto la novela negra?
Quizás
porque es una forma de que el lector tenga controlado el mal, porque sabe que
al terminar de leer va a encontrar cierta suerte de equilibrio: el «malo» suele
ser descubierto y paga por sus errores. También puede suponer un reto
intelectual, tanto para el que escribe como para el lector, aceptar el desafío
de entender, de desvelar y descubrir qué y por qué sucede algo en una historia.
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¿Cuál
es su puerto escondido?
Mi
familia.
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¿Esperaba
la gran acogida que han tenido sus libros?
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Cuando
terminé el primer manuscrito no esperaba que me leyese nadie. Después, cuando
ya vendí los derechos, todo fue tan rápido que se desarrolló de forma natural.
Como yo no conocía nada del mundo literario, pensaba que lo que sucedía era
«normal», que así funcionaba el mundo de los escritores. Ahora, pasado el
tiempo, he comprendido que mi trayectoria ha sido una excepción y que lo que ha sucedido con mi
trabajo es extraordinario.
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¿Le
han propuesto llevar sus obras al cine o
la televisión?
Todavía
no.
![]() |
(C) Twitter María Oruña |
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¿Qué
libro le habría gustado escribir?
No
sé qué contestar a esto. No codicio el
talento de otros escritores ni tengo ningún libro de cabecera que acostumbre a
releer. Admiro a muchos autores y me limito a ello porque los libros,
independientemente de su temática, si son buenos hablan abiertamente de quien
los escribe: suponen una exposición brutal.
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¿Qué
está leyendo ahora?
Suite
francesa, de Irène Némorovsky.
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¿Qué
libro recomienda?
Oh,
tantos. Hay un libro para cada momento de madurez y de estado emocional. Me han
gustado mucho Del color de la leche
de Nell Leyshon, o Un millón de gotas
de Víctor del Árbol, pasando por Alex
de Pierre Lemaitre o Juntos nada más
de Anna Gavalda, La reina del sur de Arturo
Pérez-Reverte, Inés del alma
mía de Isabel Allende...la lista a
recomendar sería infinita.
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¿Cuál
es la importancia de tener un agente literario? ¿Cree que es fundamental para
los autores noveles?
Sí,
es fundamental. En mi caso al menos lo fue. Las agencias funcionan como filtros
de calidad para las editoriales que de otra forma, con todos los manuscritos
que reciben, difícilmente leerán a un
desconocido.
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¿Qué
nos puede adelantar de su tercera novela?
Que
continúa la serie de Oliver Gordon y Valentina con un nuevo misterio
independiente a los anteriores, y que está prácticamente terminada.
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El
mejor consejo profesional que le han dado
Céntrate
en escribir.
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Le
han llovido muy buenas críticas con sus novelas pero, ¿un escritor está
preparado para recibir las malas?
Debe
estarlo. Y debe filtrar rápidamente las críticas maledicentes e intencionadas
de las que no lo son. Yo leo todo lo que se dice de mi trabajo y he mejorado
algunos aspectos de mi forma de trabajar gracias a las observaciones de los
lectores. Siempre debe buscarse la excelencia pero debe hacerse con humildad.
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¿Dónde
se ven profesionalmente en 10 años?
Ojalá
que escribiendo historias. Vivir de escribir y acompañar a las personas con mis
historias es un buen sueño.
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